domingo, 9 de octubre de 2011

La Bestia

mis pies se posan en el destino
y la vara que me medirá es ciega a mis pasos.
una hora late, la otra se deshace en miradas,
miradas de llagas y canciones de lava
como un cuchillo asesino en manos de la calma.

el café sorbe poco a poco mi alma,
que caliente se deshace en medio del drama,
y su lengua escribe a tajadas
el epitafio de mis juegos de cama
que amarillos y en picada
se condensan en la culpa de la mañana.

y ya no basta un paso, ni dos.
esto es algo que no para,
las bestias te acosan y te azotan
y tú no puedes hacer nada.
dos ojos que te llaman al borde
una reacción muy humana
te azotas contra el mundo
y tus labios ya no paran
corteja al monstruo de colmillos,
demonio de uñas largas
y tu sangre cae al vacío
y se pierde en la nada.



21-09-2011

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